Iván Cabrera
11/12/2023
El Estado se enfrenta este lunes a una nueva obligación de pago dentro del rescate europeo a la banca española de 2012. El Tesoro realizará un desembolso de 3.643 millones de euros al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), lo que suma un total de 24.898 millones devueltos hasta ahora, equivalente al 60,2% de los 41.333 millones recibidos el 11 de diciembre de 2012 (39.468 millones) y el 5 de febrero de 2013 (1.865 millones).
Estos fondos se destinaron a la reestructuración del sector financiero y al rescate de cajas de ahorro en quiebra y sus depositantes. Aún quedan pendientes 16.435 millones por devolver en cuatro pagos hasta finales de 2027.
En 2012, España estuvo al borde de una crisis profunda. Rumores de una posible ruptura del euro y crecientes dudas internacionales sobre la situación real de la banca española tras el colapso de la burbuja inmobiliaria generaron tensiones. Aunque el Tesoro no perdió su capacidad para financiar el déficit público en los mercados, los inversores exigían intereses más altos. Ante el riesgo de insostenibilidad financiera, el Gobierno de Mariano Rajoy solicitó ayuda a la UE en junio de 2012.
Tras negociaciones y a cambio de reformas supervisadas por la 'troika', la UE aprobó una línea de financiación de hasta 100.000 millones de euros. Finalmente, se utilizaron 41.333 millones para rescatar a varias entidades financieras y crear la Sareb, el banco malo. Aunque el Gobierno de entonces aseguró que no tendría coste para el Estado, este ha tenido que abonar los 24.898 millones ya pagados, además de 3.276 millones en intereses y comisiones entre 2012 y 2023. Los 16.435 millones restantes, junto con intereses y comisiones, serán afrontados en los próximos cuatro años.
La mayor parte del dinero inyectado se considera perdido. De los 24.096 millones aportados a Bankia, aproximadamente 6.340 millones se consideraban recuperables al cierre de 2022. Los 2.192 millones inyectados a la Sareb se dan por perdidos, y de los 32.610 millones destinados al rescate de otras entidades, se perdieron 28.133 millones, el 86,2%. De no haberse perdido, este dinero habría aliviado la factura con el MEDE y facilitado el saneamiento de las finanzas públicas.
En el balance general, el rescate europeo ha resultado financieramente favorable para España. Según el MEDE, el país logró un ahorro de aproximadamente 1,2 puntos porcentuales del PIB en intereses hasta 2019, lo que equivale a unos 12.000 millones de euros en comparación con lo que le habría costado obtener financiamiento en el mercado en diciembre de 2012. A pesar del aumento de los tipos de referencia al 4,5%-4%, impulsado por el Banco Central Europeo (BCE) para combatir la alta inflación, el tipo medio del rescate ha experimentado un leve incremento del 0,8% del año pasado a alrededor del 1,1%. Además, el organismo comunitario ha destacado que la reestructuración bancaria facilitada por el rescate ha sido una de las causas fundamentales de la recuperación económica del país a partir de 2014.
De hecho, España obtuvo la autorización del MEDE para realizar pagos anticipados y voluntarios por un total de 17.612 millones de euros, lo que representa el 42,6% del monto recibido. Estos pagos se llevaron a cabo en nueve abonos entre julio de 2014 y octubre de 2018. El objetivo era proyectar una imagen de fortaleza y pronta recuperación. España fue el primer país de los cinco rescatados (junto con Irlanda, Portugal, Grecia y Chipre) en iniciar la devolución de su deuda y, con diferencia, es el que ha reembolsado un porcentaje más alto hasta la fecha.
Aunque el aumento de los intereses de la deuda recién emitida por el Tesoro (al 3,74% en lo que va de año) encarecerá la devolución de las cantidades pendientes, se trata de cifras relativamente pequeñas y manejables. Por ejemplo, los 3.643 millones abonados este lunes representan apenas el 2,1% de los 172.521 millones de euros que el Estado tenía previsto emitir en 2023.
