Iván Cabrera
15/08/2025
En la historia económica moderna, las burbujas de expansión crediticia han sido uno de los fenómenos más recurrentes y destructivos. Desde la crisis de 1929 hasta la de 2008, pasando por las crisis de deuda soberana y las burbujas inmobiliarias, el patrón se repite: un período prolongado de crédito barato estimula el endeudamiento masivo, la inflación de activos y, finalmente, un colapso abrupto cuando la confianza se desvanece. En este contexto, Bitcoin emerge como un activo con propiedades que podrían alterar la dinámica tradicional de estos ciclos.
Las burbujas de expansión crediticia: cómo nacen y cómo mueren
La expansión crediticia se produce cuando los bancos, incentivados por políticas monetarias laxas y bajas tasas de interés, multiplican la oferta de crédito muy por encima del ahorro real existente. Este exceso de liquidez tiende a canalizarse hacia activos específicos —acciones, bienes raíces, bonos— inflando sus precios más allá de su valor fundamental.
El problema radica en que, al estar sustentados en deuda, estos precios dependen de que el crédito siga fluyendo. Cuando la política monetaria se endurece o los impagos se acumulan, el efecto dominó se pone en marcha: la liquidez desaparece, los precios se desploman y la economía entra en recesión.
Bitcoin como activo resistente a la manipulación monetaria
Bitcoin fue diseñado precisamente para escapar de los problemas asociados a la expansión monetaria discrecional. Su protocolo impone un límite de 21 millones de unidades, lo que significa que su oferta es predecible e inalterable por decisiones políticas o necesidades coyunturales.
En un mundo donde las monedas fiat pueden expandirse casi sin límites, Bitcoin actúa como una especie de “oro digital” que no depende de la confianza en un emisor central. Este rasgo lo convierte en un candidato a reserva de valor en entornos inflacionarios o de alta incertidumbre financiera.
El freno estructural a la sobreexpansión del crédito
Si una parte significativa de la economía adoptara Bitcoin como medio de ahorro o pago, la capacidad de los bancos para expandir el crédito podría verse limitada. Al no poder crear nuevos bitcoins mediante préstamos, los ciclos de auge y caída alimentados por la creación excesiva de dinero perderían intensidad.
No obstante, esto no implica que Bitcoin elimine por completo las burbujas: los seres humanos seguirían siendo susceptibles a la especulación y a la toma de riesgos excesivos. Pero sí impondría una disciplina monetaria más estricta, reduciendo la magnitud y frecuencia de estos excesos.
Riesgos y realidades
Aunque Bitcoin ofrece un modelo alternativo al sistema actual, no está exento de riesgos:
-Volatilidad: sus fluctuaciones de precio todavía lo alejan de ser un medio de intercambio estable.
-Dependencia tecnológica: requiere infraestructura digital y energética para funcionar.
-Riesgo regulatorio: los gobiernos podrían imponer restricciones severas a su uso.
